Cuando nuestra felicidad no es suficiente

Reseña de La dependienta de Sayaka Murata

|Por Nayeli Miranda|

Un día me puse a realizar mi rutina de youtube diaria, en la cual incluyo un par de videos de booktube. La creadora de contenido elegida para esa ocasión fue Raquel Bookish, así que vi su video sobre las lecturas que había realizado en invierno. Ahí fue cuando me encontré con La dependienta. Como estaba empezando mi búsqueda por autoras asiáticas para mi lectura, llamó mi atención y lo mandé pedir, quedándome con una grata experiencia.

Imagen obtenida de New York Times

La dependienta es una novela escrita por Sayaka Murata, una autora japonesa merecedora de diversos premios literarios. Desde muy joven encontró en la escritura un refugio contra un mundo sobre exigente y lleno de expectativas y prejuicios imposibles de alcanzar y superar. Su necesidad de cuestionar los estándares femeninos de su país la llevaron a crear personajes que se salían de la norma. Fue así que surgió Keiko Furukura, protagonista de la historia.

Keiko es una mujer de 36 años, soltera y que trabaja en un konbini (mini mercado japonés de 24 hrs). Su estilo de vida la lleva a ser blanco de preguntas incómodas referentes a su empleo, su estatus de soltera y su inexistente maternidad. Es la rara en todos los espacios sociales en los que cae: familia, amistades y compañerxs de trabajo. Su forma particular de ser provoca la preocupación de sus allegados que se preguntan: ¿cómo es posible que una mujer adulta no tenga más aspiraciones?

Sayaka Murata / Fotografía obtenida de The Japan Times

Para Keiko el konbini es su oportunidad de encajar en la sociedad. Tras una infancia en la que la tacharon de inadaptada, cuando estando en la universidad empezó a trabajar en el konbini sintió que pertenecía a algo y que aportaba a los demás. Por fin era una persona más. No obstante, que una universitaria trabaje en un mini mercado es considerado de lo más normal; pero, conforme crecía las miradas volvían a caer en ella            

La suerte de Furukura cambia cuando tiene un nuevo compañero de trabajo: Shiraha. Todo el mundo lo detesta por flojo, irresponsable y maleducado. Aunque ella, tras el despido de Shiraha, lo aloja en su hogar fingiendo una relación romántica que encienden las esperanzas de sus seres queridos. Ya no era la rara por la cual siempre se tenían que estar preocupando. Lo que no sabían es que  empezaría a vivir una serie de acontecimientos que la alejarían de ella misma por encajar en lo que la sociedad espera.

La novela de Murata me parece un metáfora perfecta a cómo la sociedad nos hace sentir insuficientes por no aspirar a sus estándares de éxito y felicidad marcados por el capitalismo y el machismo. Una sociedad donde le conviene que nos exijamos más y más para generar riquezas, sin importar si realmente nos sentimos vivaxs. Una sociedad donde se nos ve como un engranaje más y no como un individuax autónomax que busca estar en comunidad. Pertenecer sin perder la propia esencia.

Fotografía obtenida de Lectoras Cotorras

Fue una historia muy reconfortante. Me sentí en mi hogar, muy probablemente porque soy una persona introvertida. Empaticé mucho con la protagonista y sufrí cuando la veía alejarse de lo que amaba. Si bien, mi lectura la hago como mexicana, puedo entender la realidad de Keiko desde el momento en el que me percaté que la felicidad no es como te la pintan en los cursos de superación personal o de emprendimiento, puede estar en lo que considera pequeño, en el tiempo con una misma y en el compartir con lxs otrxs.

La felicidad no tiene un solo lado para todo el mundo. Cada quien la encuentra a su modo y aporta esencialmente a la sociedad. Furukura no era “solo una dependienta”, estaba atenta a las necesidades de los compradores según el horario, el clima, la época del año y la oferta de productos. ¿Qué haríamos sin que alguien se encargara de eso? ¿Por qué es tan desvalorizado? La sociedad nos inunda de quién sabe qué, pero algo hace sentir que no logramoss nada, cuando somos parte de muchas cosas. Así Keiko.

Recomiendo mucho esta novela si quieres una lectura ligera pero con profundidad. Es rápida aunque te deja pensando durante días. Opino que es una obra necesaria para cuestionarnos nuestros roles como mujeres en el mundo laboral y familiar, así como para empatizar con otro modo de ver la vida que no predomina en el imaginario colectivo. Siento que es una historia que aporta mucho en lo personal y en comunidad por lo cual sugiero que se echen un clavado en ella.

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«Apuntes sobre ‘Lolita’ para quien esté pensando en leer la obra»

|Por Cristina Márquez|

La novela Lolita es una crítica a la pedofilia, a la cultura pop y a una época sumamente materialista de los EEUU.

Pero principalmente, Lolita es la historia de UNA SUPERVIVIENTE, de una niña que en una situación tan limitada y terrible, SOBREVIVE y escapa de un monstruo.

Yo quiero mucho a Lolita.

Lloré un montón con ella, y leyéndola es imposible no pensar en todas las Lolitas reales de la historia humana que a duras penas sobrevivieron (o no) a los Humberts asquerosos de la existencia.

La obra es un reflejo de la cultura de violación y del patriarcado con bisturí. Es mega dolorosa.

Lo importante es NUNCA comprarle el discurso romántico a Humbert.

Lo importante es ver la fuerza de la superviviente, y reconocer cómo se retrata el actuar de esos malditos monstruos, hombres pedófilos implacables.

LOLITA. NABOKOV VLADIMIR. Libro en papel. 9786075276663 Librería ...

Nunca permitan que les vendan el discurso de que es una historia de amor, pues es lo más alejado que puede haber de ello; el mismo Nabokov lo explica en la carta posterior al final de la novela, y lo mencionó en múltiples ocasiones en diversas entrevistas, nombrando a verdaderos monstruos pedófilos como ejemplo, que muchos no se atrevieron a nombrar, como Lewis Carroll, quien inspiró el personaje de Humbert.

El que se tenga una visión y una idealización errónea de la novela Lolita, en parte se debe a que, en su momento, la primera película que salió sobre ella, se encargó de sexualizar y formar una imagen en la cultura pop estadounidense de «Lolita» como un arquetipo independiente, que llegó a estar más allá de lo que retrató Nabokov en su obra, y que se siguió alimentando a través de los años, arraigándose más con la normalización de la hipersexualización de las niñas y/o la cultura de la pedofilia.

No dudo que tal arquetipo haya permanecido de esta manera, y no como crítica a través de la novela, debido a algo muy perverso que permanece y existe, no sólo en la sociedad estadounidense, sino en todo el planeta: no olvidemos que el patriarcado y el capitalismo, son sistemas de opresión universal.

Reseña de Fanzine: Espacios peligrosos

|Por Inés de la Crass|

Cuando me invitaron a colaborar para Plumas Sororas me puse rápido a buscar textos y me encontré este. Será que este tema de los feminismos y sus diferencias no me deja dormir o será que gracias a esa discusión me he encontrado a mi misma sintiéndome traicionada porque coincido con ambas posturas, en unas cosas y en otras no. Será que estas ideologías me separa de mis amigas y me une a otras. En fin, me gusta el manifiesto transfeminista, me gusta lo queer. ¿Qué le vamos a hacer?

“Espacios peligrosos” es el título del fanzine que intercambié por otro en una feria de fanzines hace unos años aquí en Tijuana. Resistencia violenta, autodefensa y lucha insurreccionalista en contra del género. Ésto fue lo que me llamó la atención.

Hoy les invito a leer este texto. A mí me aclaró algunas dudas frente a la violencia y la venganza. Estos conceptos teórico-prácticos cargados de política. Y que como profesora de Ética y valores en la prepa ponen a mi juicio a dar vueltas cada vez que imparto la clase y que leo sobre el bien, el mal y el bien común. (Los libros de textos están cargados de fantasías y de conceptos que sólo se quedan en teoría y que al final, cuando se presenta un problema de este tipo, nos sentimos impotentes ante cualquier juicio o calificación.) Si hay violencia, hay venganza. Vivo en una sociedad sumamente adoctrinada, atravesada por el patriarcado, iglesia, estado, cultura y tradición, etc.

De un tiempo acá he comenzado a hacer este ejercicio de distribución de material que he leído (no voy a recomendar algo que no he leído) quiero compartir por medio del trueque, venta, préstamo u obsequiar. Me gusta entregarlo en las manos de las personas que lo piden y si no se puede (por las distancias) pues aquí les adjunto el pdf. Escribo sobre éste en particular (fue al azar) ya que me he dado a la tarea de reseñar los que tengo para así invitar a leer este formato tan despreciado por las grandes editoriales y con ello resistir como cultura under (ya ni tanto) de los fanzines. Con este ejercicio comparto saberes, apoyo la libre reproducción, distribución y con la recomendación de mi sentipensar al leerlo.

Toca el turno a “Espacios peligroso” zine traducido del inglés al español y distribuido por “Coños como llamas” y “Peligrosidad social” que describe anécdotas de sobrevivientes (porque ya no quiero llamarle víctimas de violencias) de abuso sexual y otras violaciones. Sobre el tema de violencia y de venganza en particular. Sale en el 2013 pero los relatos que nos muestran sus formas de venganza, son más viejas. En su mayoría ocurridas en los Estados Unidos.

Dentro de esta compilado están la TEORÍA y la PRÁCTICA. Estos apartados (uno lleva de la otra y viceversa, no están separadas) Textos cargados de rabia y coraje que nos hace comprender la acción directa y el porqué de las reacciones frente a violencias. En la parte teórica maneja entre otros conceptos el de violación que menciona como que no sólo es un acto de un cuerpo frente a otro, de una persona frente a otra, sino cómo la violación es parte estructural de control sistemático, patriarcal, cíclico y que por lo tanto lo vuelve un acto político, frente a la venganza como una reacción (casi natural) frente a la injusticia de la otra.  En la parte práctica nos muestra las miles de formas y maneras a las que se han enfrentado lxs sobrevivientes (tribus disidentes) alrededor del mundo y en concreto, en algunos lugares de Estados Unidos. Muestran sus hazañas y su manera de ver y sentir el mundo luego de concretar un acto de venganza frente a los violadores.  Se siente la libertad, pero también la ira. Se lee el coraje pero también el final feliz. Se pone la piel de gallina.

La violencia es un arma, la venganza también y pueden apuntar hacia el mismo frente.

Escribo este texto para aclararme y compartirles que “me ha vuelto a mi”, así como cuando lees o miras una película o escuchas música y regresas a ti. Te sientes identificada, te sientes bien, hay esperanza, hay vida. Existen personas que lo están haciendo y se les agradece su compartir y su venganza, porque al cerrar un acto de este tipo también se cierran heridas en otros corazones que lo leen, por eso, me comparto con este fueguito dentro.

No se pueden asegurar espacios seguros. Las personas violan, muy pocas personas son violadas en cada intercambio sexual. Las personas abusan, los unos de los otros, es a menudo mutuo y cíclico; los ciclos son difíciles de rectificar (si no hay conciencia) pero no es imposible. Estos comportamientos cambian el contexto. Y, además. No existen espacios seguros. Así se lee en uno de los párrafos extraídos de “La seguridad es una ilusión: Reflexiones sobre la responsabilización” en el apartado de TEORÍA de este fanzine  

En el apartado de PRÁCTICA encontramos comunicados, manifiestos, además de anécdotas narradas llenas de dolor e impotencia. En lo particular me encantó un relato que me hizo sentir liberada al igual que la persona que llevó a cabo. Un historia muy fuerte que trata de una trans, que le pide a su tribu que antes de prenderle fuego a la patrulla del oficial que golpeó a una de sus compañeras, le permitan ponerse glitter en su cuerpo. Sí, esa sustancia pegajosa de partículas brillantes. Sí… se me hizo tan tierno y lleno de identidad. Que amé ese acto. Es una de las cosas que me hizo levantarme de mi asiento y pensar y pensar y pensar. Esa es uno de los actos más felices que he leído en mi vida.

Las vivencias narradas son de finales de los 90, otras de principios del dos mil. En algunos lugares de Portland (el caso de CeCe McDonald) o Chicago (en memoria de Mark Aguhar) y Detroit (Venganza por Shelley Hillard) por mencionar algunas. Todas acompañadas de los sucesos con nombre y fecha, notas personales, del periódico, etc.

Este fanzine, al igual que otros que próximamente estaré reseñando, los distribuyo personalmente en la página de NDNM-Distro-Zine nos mensajeamos y nos vemos para compartirnos. Me encanta el feedback, ya que este ejercicio aclara, y abre la discusión en torno al tema, nos hace posicionarnos o simplemente expresar lo que nos hizo sentir un texto.

Cierro pues con este texto queer que me reivindica y que me hace sentir bien y que recuerdo a mis amigas trans, a mis exalumnas trans, a mis compañeras y hermanas lesbianas y a todxs lxs que apoyamos a toda la tribu queer.

Al final de este zine está una lista de otras lecturas (similares o no) que están para descargarse.

La violencia también son tus heridas que no quieren sanarse.

También es el silencio que reprime todo el interior.

¡Venganza¡ (sorry not sorry)

Inés de la Crass

julio 2020

(Desde la pandemia por covid-19)

Reflejos

|Por Andrea López|

Lidiar con inseguridades, con lo que el espejo nos muestra cada día, es complicado. No desaparecen por arte de magia con frases motivadoras pegadas en notas enmarcando paredes, libretas o el fondo de tu celular; no se eliminan con sólo escuchar un «tú puedes», «eres bonita», «qué bien luces», «mantén una actitud positiva» o cualquier otro diálogo incluido en una charla motivacional con el amigo frente a ti. No. Las inseguridades son complicadas, demasiado, y ciertamente indisolubles por más que el resto del mundo físico y digital afirme lo contrario.

Recientemente se estrenó en cines la película «I Feel Pretty» (o, como la magia de los traductores tituló en español, «Sexy por accidente»).  Por razones ligadas literalmente al contenido del film, me quedo con el título en inglés, incluso si no fue hasta el corte final que me enteré que se llamaba así. Culpemos a la magia del internet y a los benditos sitios web de streaming. No estuve al tanto de la promoción: del teaser, de los tráilers 1 y 2, de los posts, de la alfombra roja… de todo eso no me enteré a tiempo porque en realidad no recuerdo haber visto una amplia difusión de la película.

Lo que sí llegué a mirar en la tele fue el corto del corto: unos segundos donde muestran el gran cambio que una mujer tiene tras un accidente en la clase de spinning, la cual la hace creer que ha cambiado físicamente cuando en realidad el resto de las personas sabe que no es así. ¿O no lo era? Recuerdo bien que en esa única ocasión frente a la pantalla, creí que la película iba a ser una más de aquellas comedias donde ocurren situaciones chistosas cada cinco minutos, incluyendo bromas al estilo de otros films, pensamiento al cual contribuía el título tan hilarante en español.

Desde el inicio te das cuenta que no va a serlo.

Sí, el desarrollo de la trama lleva a situaciones chistosas para el ojo del espectador, pero éstas son congruentes y verosímiles. 

Pero lo que más rescato son los espejos. 

Ilustración por Patricia Palacio

Renee es una chica poseedora de un hermoso espejo ovalado de cuerpo entero en el que puede observarse cada que vuelve a casa. La continua vuelta al departamento, el ritual de irse quitando cada prenda de ropa, la mirada caída frente al espejo… Un suspiro de resignación.La siguiente vez que Renee se mira frente a un espejo es directamente después de su incidente justo al iniciar el pedaleo alocado de spinning.

Como bien había visto en el minitráiler, Renee, a pesar de su incomodidad, se motiva al escuchar las palabras de la coach, tanto que se acelera, se atora su máquina, cae, se atora su cabello con la máquina de otra y termina desmayándose.

“I’m beautiful!» exclama al verse en el espejo de los baños, mientras que la recepcionista se desconcierta ante la actitud de una mujer que claramente seguía igual que hace cinco minutos. Pero Renee no veía eso. Brazos, piernas, rostro, todo había cambiado y ahora poseía la figura que tanto deseaba, derrochando confianza por doquier. Volver a casa y realizar su desvestir ritualístico es ahora una maravilla, tanto como pasar delante de vidrios, echar ojo al espejo sobre su cama, entrar a un concurso de bikini, asumir que todos quedan boquiabiertos al verla tan diferente.

Es frente a otro espejo que la magia se pierde y vuelve a ser aquélla que tanto aborrecía. Ocultándose de todos, se siente inmerecedora de sus miradas, de que vean que su figura no es de la modelo escultural que tanto éxito tuvo desde el gran cambio. Y cuando finalmente acepta que no hay posibilidad alguna de volver a la mujer que adoró y actúa en consecuencia, tiene el momento catártico de la película.

Ya no son espejos, sino fotos suyas, que a ojo de Renee muestran la comparación entre la mujer sexy y hermosa que llegó a ser durante esa época y la trágica versión que había sido y era, mientras el resto de quienes la están viendo se mantienen estupefactos al no entender qué sucede, como ocurría cada vez que Renee se encontraba hablando de la bella mujer que era.

Y allí, frente a las fotos, es cuando se da cuenta que siempre fue la misma, que su cuerpo nunca cambió, sino su manera de verse, adquiriendo cualidades que la hacían resaltar entre la multitud. 

Enfrentándose.

Enfrentada a los espejos fotográficos, reconoce en ambos retratos la cualidad de ser Renee.  Lágrimas, felicidad, conclusión satisfactoria del film. La protagonista vive en paz y todo termina bien. Pero obviamente es película, y aunque deja el claro mensaje de aceptación como herramienta fundamental para elevar el autoestima, el cambio no sucede así, por arte de magia (o de un golpe, en este caso). Para una persona con baja autoestima y problemas de sobrepeso,el ritual de observarse cada día es un desánimo constante al ver imperfecciones unidas en una armadura de inseguridades.

Y aunque se intente cambiar la actitud y hacer uno de esos retos de enumerar cinco cosas que nos gusta de nosotros, aunque uno se inscriba en cursos y talleres, aunque se diga “voy a despertar e intentarlo”, en definitiva es más complicado y extenuante lograr no un cambio físico, sino mental. Aunque haya millones de testimonios con los que uno se pueda sentir identificado, siempre está ese reflejo que hace exclamar imposibilidades absolutas. 

En las películas, el mundo se abre para quienes son, como Renee, protagonistas de historias de esta índole a partir de un hecho extraordinario. Pero, ¿saben? En la mayoría de las ocasiones no ocurre así. No habrá el camino fantástico que súbitamente te haga sentir bien. Sólo enfrentamientos constantes con lo que nos muestra aquél espejo de cuerpo entero con la esperanza de que un día podamos gritar “I am beautiful!” y realmente creerlo, no sólo sentirlo por unos instantes cual título filmográfico, a sabiendas de que no siempre pensaremos que lo somos, pero teniendo el autoestima suficiente para entender que tenemos la capacidad de creer y enfrentarnos a  nosotros mismos, a pesar de la variedad de los días. 

¿Qué les dice su reflejo hoy?