|Por Anie García|
Cuando la gente pregunte por mi les diré que he vuelto a respirar. Un olor suave y delicado de sanación y cuidados. Un cálido aroma de protección y amor, una esencia curando cada rincón de mi. Un día, abrí las ventanas de mi alma y dejé que el aire pasara; se impregnó el perfume dulce de tu cariño el fuerte bálsamo de nuestra armonía y la fragancia penetrante de tu encanto. Cuando la gente pregunte por mi les diré que; he respirado un olor. Y al fin me impregné de él.