Las Cuatro Quimeras

|Por Ruby Constantino|

Andrómaca y el sueño profético

¡Oh, amado esposo!- dijo entre lágrimas- haz de evitar ir a la guerra pues los dioses me han advertido que te enfrentarás a Aquiles. Una batalla de la cual no saldrás victorioso. ¡Vamos! voltea y dime que no iras.

Héctor, dándole la espalda, seguía sin responder. La mujer, desesperada, vociferaba cada vez más alto, pues no se había dado cuenta que seguía soñando mientras Héctor se marchaba hacia su destino.

UNA PESADILLA PARA CENAR

-No, por favor, no otra vez.

Ema deseó que fuese un fantasma. Anheló con todas sus fuerzas que un aterrador payaso estuviera ahí, pero era él. Una vez más.

-¡Sea usted bienvenido a la Fondacilla!, ¿Qué desea ordenar Sr. Bogeyman?

-Tráeme lo de siempre, Paimon.

-Una pesadilla para cenar, a la orden señor.

-Los traumas con papá son lo mejor del menú, ¿no lo crees?

Una Dulce Siesta.

A Nugget le gustaba ver pasar al pequeño Schnauzer que tiene por vecino. Nugget descubrió que el canino se llama Taquito. Nugget y Taquito salen a pasear todas las tardes. ¡Nugget está feliz!

-¡Oye Alicia! creo que deberíamos llevar a Nugget al veterinario. Siempre que duerme mueve la colita de un modo extraño

SOMNOLENCIA MESOZOICA

-¿Cuándo me crecerá el cuello tan largo como el tuyo mamá?

-Si te comes todas tus plantas, ya verás que muy pronto.

-Bosteza- ¿puedo dejarlas para después?, tengo mucho sueño.

-Claro cariño, la comida no se irá a ningún lado.

-¡Mira mamá!, ¿Qué es eso en el cielo?

-Tal vez sea una estrella fugaz, ¿por qué no pides un deseo?

-¡Deseo tener el cuello igual de alto que el de mamá!