Feminicidios en Tijuana

|Por Karen Fausto|

El feminicidio se define como el; “asesinato de mujeres basado en el género o asesinato de mujeres por su condición de ser mujeres” (Widyono, 2009: 9).  Este, como lo explica Monarrez (2004), está dividido por homicidios sexuales, feminicidios racistas, feminicidios en masa, ya sea por ser una exagerada cantidad de muertes de mujeres por razón de misoginia, o el asesinato de mujeres por una cantidad determinada de hombres en cierto intervalo de tiempo.

Estos crímenes han estado presentes en la sociedad por un tiempo indefinido, sin embargo, este problema social se ha vuelto visible en México a partir de los casos estudiados en Ciudad Juárez por el alza de secuestros, asesinatos y la trata de mujeres para el comercio sexual. En estos casos se demostraban y representaban los diferentes tópicos de feminicidios que puede haber dentro de una sociedad y crear una relación con el movimiento feminista. Es importante sobresaltar que el feminicidio no abarca solamente a mujeres de edad adulta, sino también a mujeres jóvenes y niñas, las cuales han sido víctimas de la violencia de género que ha sacudido al país en los últimos años.

La violencia de género se ha normalizado en nuestra sociedad al punto de ser ignorada por las autoridades o el Estado en función de hacer pasar estos delitos por “homicidios pasionales”, “homicidios por el narcotráfico”, culpar y revictimizar a las víctimas de estos hechos en los que los perpetuadores quedan impunes. Podemos ver en las portadas de periódicos y revistas encabezados como: Asesinan a menor de 15 años por no dejarse violar (Heraldo, 2015), o imágenes de cadáveres de mujeres asesinadas brutalmente, publicadas solamente con el propósito de crear morbo hacia el público.

Las noticias de feminicidios las podemos encontrar tanto en la prensa como en redes sociales, durante el transcurso de enero de este año, 2020, se tiene registrado que cada día son asesinadas 10 mujeres en México, estimación que ha incrementado desde el inicio de la pandemia por Covid-19, el confinamiento implementado por la campaña de “Quédate en Casa” y “Sana Distancia” que se mantuvo activa en el periodo de marzo a mayo, y que ha continuado intermitentemente, ha provocado que muchas mujeres se vean obligadas a encerrarse  en casa con sus violentadores. De acuerdo al Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Publica el actual promedio nacional, que abarca de los meses de enero a octubre, es de 1.23 víctimas de feminicidio por cada 100 mil mujeres, estando Baja California en el segundo lugar con una tasa de 1.7 víctimas por cada 100 mil mujeres. 

Los tipos delictivos en que se acumula un mayor número de denuncias en el 2020 son: 1) el de abuso sexual, con 18,797 carpetas de investigación iniciadas; 2) la violación simple, con 10,398 casos; 3) el acoso sexual, con 4,712 carpetas; 4) la violación equiparada, con 3,478 carpetas de investigación; 5) el hostigamiento sexual, con 1,492 casos acumulados este 2020; además de 6,624 casos adicionales con otros tipos de delitos de índole sexual denunciados. (Fuentes, 2020)

Tijuana es considerada como una de las ciudades más peligrosas y con mayor violencia dentro de México desde hace varios años, por ende, es imposible ignorar el incremento de la taza de asesinatos a mujeres los cuales se han intentado ocultar o ignorar dentro de las redes de información del municipio. 

A partir de un estudio de caso de Tijuana, que abarca el periodo de tiempo de 1999-2005, se han registrado en Mexicali y Tijuana un total de 10 644 víctimas de muertes violentas de las cuales 1 535 fueron mujeres. Estas muertes de mujeres se han registrado por diferentes motivos; el suicidio, muertes relacionas con un hecho violento o alguna sobredosis de sustancia toxica. 

Dentro del estudio de Tijuana se ha demostrado que en ese periodo de tiempo el asesinato a mujeres era causado por peleas matrimoniales “Los factores de riesgo con eficacia casual primaria se constituyen por aspectos culturales y educativos sobre los que se construye la violencia como modo naturalizado de las relaciones de poder interpersonal” (Fuentes, González, 2008: 264) Es decir, la violencia que se presenta en la sociedad es incitada o señalada a partir de la práctica y el entorno donde se normalizo esta conducta violenta. 

En estos escenarios las violaciones, abusos y agresiones físicas se han vuelto la estrategia principal y natural para establecer un orden dentro de las relaciones interpersonales; como es el golpear a tu pareja por enojo o por no cumplir con los roles establecidos por la sociedad dentro de la institución familiar. Los delitos no solo se presentan dentro del núcleo familiar, también pueden ser causados por un individuo ajeno al círculo social de la víctima. “Concluyen que en estos actos brutales no solamente están presentes la misoginia y la sexualidad sádica, sino también la construcción social de la masculinidad como una especie de trascendencia sobre otros/as”, (Monarrez, 2004: 6) El asesinato no es exclusivo de los hombres puede ser cometido por una mujer hacia otra mujer, de igual forma será considerado feminicidio si cumple con las características que han planteado con anterioridad. 

Cuando hablamos de feminicidios en Tijuana es importante observar la característica anterior que describe Monarrez en su estudio de caso de Ciudad Juárez, no cualquier asesinato u homicidio realizado dentro de la ciudad de Tijuana será presentado como feminicidio a pesar que la víctima del hecho sea una mujer o niña, esto se observa mucho en las noticias de la ciudad. Se presentan casos de mujeres que murieron por circunstancias externas a las que engloba un feminicidio y se utilizan de pretexto para no visibilizar los crímenes de odio a la mujer, de los cuales la ciudad o el Estado debe dar a conocer y plantear propuestas de solución y no solo cifras numéricas de mes por mes. 

Durante este año Tijuana se ha posicionado a nivel nacional como el primer municipio con mayores feminicidios registrados hasta el mes de mayo del 2020, para el mes de septiembre el municipio ya había sobrepasado las cifras de feminicidios del 2019. “Las oficiales mostraron que hasta agosto pasado (últimos datos) iban contabilizados 16 feminicidios, cuatro más que lo reportado en todo el año pasado, cuando fueron 12. El alza es aún mayor si se compara con 2018, pues aquel año solo se tipificaron cinco asesinatos de mujeres, como feminicidios”(Hernández, 2020). Los datos presentados son sin contabilizar denuncias por abusos sexual, denuncias por agresiones interfamiliares y homicidios dolosos de mujeres.

En las declaraciones transmitidas dentro de las noticias se ha vuelto a sustentar que los delitos son causados por las parejas sentimentales de las víctimas, sin embargo, varios de los casos han quedado abiertos o sin el seguimiento adecuado para aprender al victimario. Estos delitos también han sido censurados por funcionarios públicos que repiten mensajes machistas que se fundamentan en la crítica de la vestimenta y/o apariencia de la víctima en vez de realizar una investigación eficiente. 

 El feminicidio no debe tomarse como un delito o crimen olvidado dentro de la sociedad, es importante que los crímenes de odio hacia la mujer sean correctamente visibilizados por los medios de comunicación, sin llegar a hostigar y revictimizar, y que el Estado este en contacto con la sociedad para tener el seguimiento de los crímenes. La misoginia y el machismo han creado una violencia sistemática que se ha culturalizado dentro de nuestra sociedad, ahora más que nunca se exige el respeto a la vida de todas las mujeres, se protesta para que el Estado deje de ser cómplice de la violencia injustificada hacia la mujer y aplique medidas hacia el incremento de feminicidios. 

Referencias

Fuentes, D. & González, I. (2008) Muertes por violencia de las mujeres de Tijuana, Baja California, 1999-2005. Papeles de población, 14(56), 257-282. Recuperado el 5 de diciembre del 2018 http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252008000200012

 Fuentes, M. L. (2020, 24 noviembre). ¡No más violencia contra las mujeres! México Social. https://www.mexicosocial.org/no-mas-violencia-contra-las-mujeres/

Hernández, J. M. (2020, 27 septiembre). Tijuana rebasa las cifras de feminicidios de 2019. El Sol de Tijuana. https://www.elsoldetijuana.com.mx/local/tijuana-rebasa-las-cifras-de-feminicidios-de-2019-5816046.html#:~:text=Los%2016%20feminicidios%20colocaron%20a,tambi%C3%A9n%20reporta%20la%20misma%20cifra.&text=En%20todo%20el%20pa%C3%ADs%20se,con%2097%20y%2061%2C%20respectivamente.

Monarrez, J. (2004) Elementos de análisis del feminicidio sexual sistémico en Ciudad Juárez para su viabilidad jurídica. México: Colegio de la Frontera Norte. Pp:19.

Widyono, M. (2009) Fortaleciendo la comprensión del femicidio: De la investigación a la acción Fortaleciendo la comprensión del femicidio: De la investigación a la acción. Washington D.C: PATH pp: (15-40)

Entrevista a Vanessa Osejos Cadena, parte I

|Por Nayeli Miranda|

Vanessa Osejos Cadena es feminista y activista pro-aborto. Actualmente forma parte de la colectiva Las confidentas, línea telefónica de aborto seguro, para difundir información acerca del aborto y hacer acompañamiento a las mujeres que lo solicitan. Es ecuatoriana. Estudió psicología y antropología en su país de origen, y hace poco se recibió como maestra en Estudios Culturales, con especialidad en Género, Sexualidad y Poder, por el Colegio de la Frontera Norte (Colef). Su tesis se tituló: “Casi nadie sabe de esto…” Relatos de mujeres jóvenes de clase media trabajadora sobre la decisión de abortar en Tijuana”, en la que analiza las circunstancias sobre las cuales las mujeres deciden abortar a pesar del contexto de la ciudad.

Para conocer más del aborto Vanessa aceptó está entrevista, en la que habla del contexto sociopolítico y cultural alrededor del aborto en la ciudad de Tijuana, y su experiencia hablando con sus informantes, las mujeres que dieron forma a su tesis.

Fotografía vía Vanessa Osejos Cadena

  1ra parte.  Contexto sociopolítico, económico y cultural

Primeramente, Vanessa Osejos nos introducirá al contexto tijuanense para comprender los términos conservadores de las políticas de la ciudad. A su vez, indagará en la conformación del pensamiento social alrededor del aborto y sus implicaciones en la percepción de las mujeres.

¿Fue complejo encontrarte con el contexto tijuanense?

Para mí fue complejo siendo que la frontera es un contexto completamente diferente al resto de Latinoamérica. Son muy marcadas las diferencias culturales o los aspectos políticos sobre los cuales se construye el aborto. Lo más característico de Tijuana es la frontera, ¿cómo entenderla? A partir de las políticas de la ciudad. Pero al principio me costó mucho trabajo comprenderla. Para alguien que no creció aquí, desde mirar el muro hasta la línea migratoria es muy complejo de comprender, pensar y sentir eso.

Políticas en Tijuana alrededor del aborto

En Tijuana hay tres excluyentes por las cuales se puede solicitar un aborto. El aborto culposo, que hasta hoy todavía no entiendo muy bien, porque a final de cuentas se asume que la mujer tiene la culpa y puede ir y decir que es culposa y tiene derecho a un aborto. Está raro, ¿no? 

Otro también es por inseminación artificial, es decir que si una mujer tiene una inseminación sin su consentimiento. Y otra es que corra riesgo la vida de la mujer, ¿qué implica esto? Que por alguna manera el embarazo no se puede llevar a cabo. Y, por otro lado, está la norma 046 a nivel nacional que apunta que las mujeres pueden tener acceso a un aborto si sufrió una violación.

¿Son funcionales estas políticas?

Bueno, todas estas causales son inútiles, ¿por qué? El culposo ya lo hablamos. Por inseminación artificial, es muy poco probable que suceda que a una mujer se le insemine por accidente, entonces lo que están haciendo es poner cartón a la política pública, y de que una mujer tenga peligro por estar embarazada no es muy común. Sí hay la probabilidad, pero todavía sigue siendo muy bajo.

Para acceder a la norma 046 es importante mencionar que hay un proceso de revictimización para que la mujer pueda acceder al aborto. Esto se debe a que se de comprobar que te violaron, tiene que haber una demanda y tienes que estar todo el tiempo contando esta experiencia de violencia sexual ante varias personas para preguntar si el médico de turno cede, ya que si a él no le parece no lo hará por la objeción de consciencia. Entonces, hay muchas cosas alrededor de esta jurisprudencia que hace que se siga penalizando el cuerpo de la mujer.

¿Cómo se conforma este contexto político que sigue penalizando el cuerpo de la mujer?

Baja California se conforma de manera curiosa. A partir que Estados Unidos penaliza el alcohol Tijuana se vuelve la cantina de los estadounidenses. Esto influyó en todo, la política, la economía y el desarrollo de la ciudad. Hay un crecimiento económico y a su vez se reestructura a la familia.

Justamente, alrededor de los 70s, cuando empieza la segunda ola del feminismo en Estados Unidos las mujeres de élite bajo el discurso de emancipación y desde su postura de mujeres blancas de élite deciden que deben transforman la Tijuana negra a Tijuana blanca.

Así que, lo que hacen, es marcar la feminidad de las mujeres para que ellas salvaguardarán la familia nuclear heteronormada, y para que se encargaran de cuidar el Estado Nación que quiere formar Tijuana. Las mujeres tenían la obligación de limpiar el nombre de la ciudad desde una feminidad hegemónica.

¿Qué es la feminidad hegemónica?

Ser una buena mujer, dedicarse al marido y a la casa, parir los hijos que tengan que parir. Ese es un discurso muy burgués, porque, aunque pare cinco hijos tendrá 5 niñeras. Es muy de clase alta, pero también hay algo detrás de esos discursos burgueses, pues al final de cuenta se alimenta del capitalismo que está a la par del bienestar del Estado y la producción de mano de obra barata.

¿Cómo se legisló finalmente las políticas sobre el aborto?

En los 70s hay toda esta visión de Tijuana blanca de células religiosas. Hay algo interesante porque a partir de eso aparecen partidos políticos que van a empezar a regular la sexualidad. Desde está sexualidad surgen los discursos de mantener la procreación mientras que en el otro lado se había despenalizado el aborto. Las mujeres empiezan a cruzar a San Diego para tener acceso. Se dan cuenta que hay parteras y comadronas que están haciendo el trabajo que no hace el Estado y, entonces cierran la frontera. El acto de cerrar la frontera es meramente político, diciendo que las mujeres no tienen derecho para decidir sobre sus propios cuerpos, y además, están penalizando a Tijuana. Esto dio a pie a partidos como el PAN y PES con postulados evangélicos, conservadores de derecha.

Pasan los años 80s, sigue el tema de regulación de cuerpos y el cierre de la frontera. No hay acceso al aborto. A la par en Ciudad de México hay un silencio, pues se habían empezado a dedicar al trabajo de las mujeres y los sindicatos, dejando a un lado el tema de los derechos sexuales. Vuelve a salir a partir de Bejín (artículo 29) donde se menciona que los derechos sexuales y reproductivos forman parte de los derechos humanos, por tanto, se debe garantizar en la política y en la educación el derecho al aborto.

A México le valió porque no hace nada, entonces, en esa misma década sale el caso Paulina: adolescente violada por su padrastro que es obligada a parir bajo múltiples violaciones de derechos. Era una niña de 13 años, indígena, pobre y violada. De allí sale la norma 046.

Baja California es la representación de estos discursos conservadores alrededor de esto. Desde el 2000 surge el debate, y en el 2007 logran despenalizar el aborto en Ciudad de México hasta las 12 semanas. Sin embargo, automáticamente Baja California penaliza el aborto y garantiza la vida desde la concepción.

Implicaciones de garantizar la vida desde la concepción

Que las causales que te mencioné sean inútiles. Al garantizar la vida desde la concepción hace que el producto tenga más derechos sobre la vida de las mujeres y se empieza a criminalizar a las mujeres. Allí está el caso Leslie en Mexicali, que es una joven que tuvo un aborto espontáneo y fue penalizada, acusándola de homicidio parental, en el que se le dio 12 años de cárcel. 

Hay un discurso que quiere salvaguardar la vida desde la concepción penalizando a las mujeres, esto está influenciado por la cercanía con Estados Unidos. El discurso neoconservador, la influencia católica y protestante, la economía y las políticas sexuales de Estados Unidos están influyendo en Tijuana.

¿Cómo influye esto en nuestra percepción de las mujeres?

Hay que empezar diciendo que en Baja California no hay educación sexual, y cuando no hay educación sexual hay un tabú alrededor de la sexualidad. ¿Qué implica esto? El hecho de tener miles de mitos ya es problemático, pues se plantea un deber ser de las mujeres. Desde la idealización de la virginidad, eso es súper patriarcal y machista. Yo pensaría que ya no se da, pues en mi medio no pasa, pero eso es vivir en una burbuja. Otra cosa es pensar que cuando una mujer pierde la virginidad tiene que quedarse con la pareja. Yo he visto como les cuesta trabajo salir de esa relación, que la sufren incluso dentro de relaciones violentas, pero esto es una estrategia para mantener a las mujeres oprimidas.

Otro punto es la maternidad, ya que se dice que una mujer se realiza desde esta. La maternidad es una construcción social súper fuerte y hay todo un discurso social que representa a la mujer como destinadas a ser madres. La mujer es visiblemente mujer cumpliendo su rol de madre. Detrás de eso hay muchas cosas. Implicar realizarse es que la sociedad por fin la reconoce como mujer. Esto quiere decir que a una edad ya debería ser mujer, o sea, ser madre. Es un discurso súper marcado en Tijuana.

Ahora, ¿qué implica la maternidad? Mantener un matrimonio pese la pareja que tenga, aunque sea alcohólico, violento, machista y todas esas cosas. Yo lo escuche de mis entrevistadas para mi investigación. Ellas me contaban que sus madres les decían que tenían que mantener el matrimonio porque era así.

Otra de mis informantes, una mujer de 30 años, profesional, con carro y viviendo sola, me dijo que no pudo finalizar su embarazo por la vergüenza de ser madre soltera. O sea, el mito de la maternidad sigue influenciando en cómo debe ser una mujer, manteniendo la heterónoma.

Más allá del mito de la feminidad

El aborto es un tema muy amplio, no solo encierra el mito de la feminidad o la maternidad. Es una cuestión de clase, en la que una mujer con dinero puede cruzar a San Diego y tener un aborto. También es un tema de control biopolítico. Me refiero a cómo se controla a la población sobre el tema de la producción. Es decir, la mujer tiene que producir, tiene que parir y tener 3 jornadas laborales porque ese es el papel de la mujer en un régimen neoliberal en el que no alcanza el dinero. Ella tiene que realizarse de esa manera.

Oficial

|Por Ana Chig|

Hay cuerpos de los que nadie sabe,
cuerpos desconocidos,
no identificados,
hay fosas, tumbas, sepulturas,
cuerpos exhumados.
Hay mujeres que ocultan sus heridas,
otras mueren desangradas en la clandestinidad.
Hay mujeres que escarban en la tierra,
buscan cuerpos enterrados por el discurso oficial,
la impunidad oculta rostros que aún tienen nombre,
la muerte cifra sus folios en otra realidad.
Nosotras tenemos otros datos.
Justicia.

Más información: Sí se incrementó la violencia machista en el confinamiento: RNR

Cd.Tijuana 19/05/20

Retelling de La Sirenita

|Por Ana Umaña|

Yo no di mi voz por querer estar con él. A mí me la quitaron para que no dijera que no quería.
Mi padre era el Tritón de Playas de Tijuana, el que movía el terreno y al que todos respetaban. Sin camisa y con una abundante barba blanca se paseaba por el malecón, sabiéndose rey.
No me permitía mucho interactuar con la gente, siempre fui a una escuela exclusiva para niñas, pero siempre soñaba con algún día conocer a un príncipe que me respetara y amara. Sin embargo, mi padre me recogía puntualmente en la puerta del colegio y me prohibía asistir a cualquier evento social, por lo que mi vida se resumió a dos puntos: educación y hogar.
Un día, mientras llegábamos a casa, me percaté de un carro estacionado bajo un árbol cercano, se lo comenté a mi padre, recordando que no era la primera vez que lo veía: mismo lugar, mismo hombre mirando por la ventana.
Yo no sé de deudas o negocios de mi padre, mucho menos de sus miedos. Solo sé que ese día fuimos con su amiga Úrsula al Registro Civil, me cambiaron nombre y fecha de nacimiento, desaparecieron mis documentos, mi identidad y mi voz.
Al día siguiente una camioneta negra pasaba a recogerme. Mi padre, vine a enterarme después, les dijo a todos que como adolescente rebelde me había fugado con un muchacho que conocí.
Mi cuerpo lo encontraron tirado en la arena, con un agujero en la garganta, castigo inevitable por haberme ofrendado al amor.